Abstracto :
… Siento que mi cuerpo, y todos los sentidos se quedan quietos; tratando de indagar esa profundidad, esa melancolía, que me va introduciendo por un túnel de sensaciones; desde un morboso y provocador misterio, hasta la conjugación orgásmica que puede crear la fantasía humana. El tacto se desprende de la piel para incorporarse en la materia, como una invitación constante y presente de
vivencias oníricas.
Melancolía, sexo, sueños : elementos empapados por su color ocre.
Oscuros materiales que traspasan la esencia de la razón, que están ahí; silenciosos, observando al espectador y envolviéndolos en su halo de inquietante duda…
Elementos vivos, comunicantes y mudos a la vez; pigmentados por una historia, quizás; por un eslabón sugerente, por un símbolo entre lo telúrico y lo espiritual, o combinación de ambas, tratando de
trasladar ideas humanas y sentimientos en sueños de placer, pero bañados por cierta onda fría, húmeda, ciega, de una oscuridad abierta a sensaciones.
…Solamente dejo que mi cuerpo intercambie ese lenguaje, y permita elaborar reacciones químicas que me produzcan placer».
Gabriel Cortina